Un Día Inolvidable


Me levanté a las 05:30. No entiendo muy bien porqué, pero en Naha mis ojos se abren temprano al nuevo día, no importa cuán cansado se encuentre mi cuerpo.

Prometía ser otro día de mas de 25º C, y el programa del seminario decía: "Testing Grade and Exhibition".
La cita era otra vez, en el Budokan, (digo otra vez pues habíamos estado entrenando dos días allí, los días 8 y 9 de Noviembre) pero ahora, un día después, ocupabamos el hermoso salón del primer piso.
Unos días antes, Kancho Miyazato junto a Gimma senei y Nakada sensei me llamaron a la oficina del SoHonbu dojo y me hicieron saber que debía presentarme al examen de grado.
Ya me habían aceptado y ascendido a Shibucho, es decir representante oficial del estilo Jundokan en Argentina, y ahora, sin pausa, me hacían sentir la presión: Graduación y luego exhibición en el majestuoso templo de las Artes de Combate de Okinawa: el Budokan.

Allí estabamos entonces otra vez, pero ahora la carga la sentíamos nosotros, quienes íbamos por la promoción de grado.
Uno tras otro iban pasando los estudiantes de menor graduación a la mesa examinadora.
Uno tras otro salian al borde del colapso.
Llegaba mi turno. No me había preparado para esto y sin embargo mi mente estaba en paz, en calma: "mizu no kokoro". Toda mi vida me había preparado para esto: "tsuki no kokoro". La contradicción sabe aparente, como casi todo aquí.
Nakada sensei fue muy amable al ayudarme a último momento con valiosos consejos y puso a mi disposición a uno de sus mejores alumnos: Robert Stagg.
Robert fue mi "tori", para el desarrollo de un par de "bunkai oyo" del kata que yo eligiera. Me decidí por "Sepai". Sensei Nakada estuvo de acuerdo y trabajamos movimientos básicos pero contundentes.
Me sentía cómodo con eso. Siempre fui de la idea de que lo simple y efectivo es la mejor estrategia.
Era la hora.
Eramos cuatro en ese momento frente a la mesa examinadora compuesta por Hanshi Yasuda, Kancho Miyazato, Sensei Tetsu Gimma, Sensei Tsuneo Kinjo y Sensei Yurio Nakada. Sé que había otro maestro en la línea, pero mi mente no pudo retener la imagen completa… si, ahora recuerdo eran Sensei Kanuya Higa y Sensei Hiroshi Ganaha.
Nos pidieron "Tensho kata". Luego nos llamaron individualmente. Yo sería el último.
Los maestros habían elegido también "Kururunfa" para evaluar en general y más tarde nos pedirían nuestro kata predilecto y su bunkai oyo, para evaluar en particular.
Paso a paso fui sorteando las dificultades.
El calor... la atenta mirada de la mesa examinadora... la gente, que en un silencio espectral observaba respetuosamente nuestro trabajo... el calor, el calor de Okinawa.
Hice Sepai.
Me había propuesto pensar que esto era apenas otro torneo de los tantos que tenía en mi haber.
Salió bien. Siempre puede salir mejor, pero yo estaba conforme. Era el turno de los bunkai. Solo tres movimientos. Habíamos repasado cinco unos minutos antes... no podía ser mejor...
Robert fue contundente y preciso y esto facilitó aun más mi trabajo de "Uke".
Terminamos.

Ahora solo quedaba esperar el resultado mientras preparábamos la exhibición junto a Bryan Williams de Nueva Zelanda y Brian Tune de UK. Exhibición que allí mismo y a continuación haríamos todas y cada una de las comitivas... de los 50 países presentes, frente a grandes maestros de otras escuelas de Karate de Okinawa y autoridades políticas de la isla.

Ya me había olvidado de la graduación.
Apenas a 30 minutos de uno de los momentos más sublimes de un karate-ka y la isla no me permitía relajarme.
Ahora la exhibición...
Pero, esa será otra historia, porqué hoy Lunes 12 de Noviembre, cuando puedo contarles en retrospectiva todo esto, y siendo las 16:00 hrs en este lado del planeta, me voy a la clase regular en el So Honbu.
Pocas veces he disfrutado tanto hacer Karate Do.

Los veo luego!

Comentarios

gdrsys ha dicho que…
Que buen recuerdo. Que buena historia.!

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